Un siglo breve: Colección MACBA.
Desde el 5 de octubre. Expuesta de manera permanente pero cambiante y mutante a lo largo del tiempo.
Comisariado: Equipo del MACBA.
ANNA MARIA GUASCH
El Macba, en su necesidad de maximizar los fondos de su colección permanente y de superar el insalvable escollo de falta de espacio, ha ideado una novedosa manera de visibilizar y dar un sello propio a su colección permanente. Y lo ha hecho a partir de una “presentación dinámica” con cronología cerrada y secuencial para fomentar una “lectura abierta” que permita ampliar el contenido discursivo y el itinerario cronológico a lo largo del tiempo.
Bajo el epígrafe Un siglo breve, remedo del texto del historiador británico marxista Eric Hobsbawm en el que se refería al período entre la Primera Guerra Mundial (1914) y el fin de la guerra fría (1991) , los responsables del Macba han convertido la planta segunda del museo en un espacio en el que reflexionar sobre otro “siglo breve” , el comprendido entre 1929 , momento en que Barcelona se convierte en anfitriona de la Exposición Internacional, y el presente de 2018. Y como en el caso la narración histórica del Hobsbawm y su búsqueda de una historia “total” uniendo lo cultural, lo social y lo económico en una narrativa plural de procesos entrelazados., aquí también se da la bienvenida a multidimensional.
Y ahí radica uno de los signos de identidad de la presentación de la colección permanente en la que diversos acontecimientos políticos y sociales del “breve siglo” , patentes en documentales y video-instalaciones, dialogan con la pintura ,la escultura, los dibujos arquitectónicos, el mobiliario, las artes gráficas y el diseño.
Sin la voluntad de exhaustividad la muestra se apoya así en ejemplos concretos con el deseo de vincular “todo con todo” con una cierta voluntad didáctico, aunque, lógicamente, con muchos vacíos. La tensión entre tradición y modernidad ( ámbito 1) queda reflejada en un conjunto de esculturas (Alexander Calder. Joaquín Torres García) , de pinturas (Anni Albers) y de proyectos arquitectónico de Josep Lluis Sert i Josep Torres Clave vinculados al GATCPAC.
Los años dedicados a la guerra civil española (1936-1939) se presenta (ámbito 2) como una guerra de imágenes donde conviven cineastas , como Mateo Santos (Reportaje del Movimiento revolucionario de Barcelona, de 1936 ) vinculados a movimientos anarquistas junto grafistas y diseñadores de carteles, como Carles Fontseré y Josep Renau en el territorio de la República.
La emergencia del espíritu vanguardista unido al resurgimiento de la burguesía de los años de postguerra y los ulteriores de los años cincuenta (ámbitos 3-4) busca la confrontación entre distintas formas de arte abstracto, sean en versión informalista (Brassaï, Tàpies, Dubuffet ), o centrada en un arte geométrico y concreto( Constant, Gego, Oteiza), sin olvidar luna magnífica colección de piezas cerámicas de Antoni Cumella.
De nuevo son las imágenes fílmicas (ámbito 5), del artista pop norteamericano Oyvind Fahlström , en su la película-performance de 1966 Mao-Hope March (Marcha de Mao-Hope) una marcha callejera organizada por el propio artista con fotos del cómico norteamericano Bob Pope y de Mao Tse Tung , las que recogen el impacto de las revueltas de mayo de 1968 en distintas partes del mundo y en concreto, en la escena artística española, de practicas de tardofranquismo en París. La Cumparsita de Miralda y Benet Rosell de 1972, o trabajos relacionados con el mundo del comic ( Raimundo Patiño) o la psicodelia.
El urbanismo y la crítica a la propiedad y control del espacio urbano encuentran eco en el ámbito 6 en dos trabajos absolutamente reveladores de Hans Haacke (Shapolsky et. Al, 1971) y Gordon Matta Clark, para ceder en los ámbitos 7 y 8 a un discurso también radical, pero orientado a al activismo feminista con obras paradigmáticas de Marta Rosler, Esther Ferrer, Eugènia Balsells o Eulàlia Grau.
La irrupción de la posmodernidad en los años noventa y el salto “abismal” que la exposición proyecta en obras de los dos últimas décadas ( como la instalación del artista Carlos Aires Mar Negro de 2013 o la video proyección en clave poscolonial del colectivo The Otolith Goup, Hydra Decapita de 2010) carga el acento en los “casos de estudio” en detrimento de la narratividad del discurso expositivo. Ello explicaría los trabajos de los dos últimos ámbitos de la exposición con la presencia rotunda de obras singulares de Jenny Holzer, Jean Michel Basquiat , The Guerrilla Girls, Jana Sterback i Boltanski y muy en especial The Nature of Visual Illusion de Juan Muñoz (1994-1997).
Ilustraciones:
THE OTOLITH GROUP: HYDRA DECAPITA, 2010. Video monocanal que evoca la travesía del Atlántico el tráfico de centenares de africanos esclavos a partir de triple doble referencia; la musical ( dúo electrónico de Detroit Drexciya), la pictórica (J.M.W. Turner) y la literaria (John Ruskin). La obra examina las relaciones entre poder, muerte y globalización.
CHRISTIAN BOLTANSKI: RÉSERVE DE SUISSES MORTS, 1991. La instalación que forma parte en la serie de obras de archivo, Les Suisses morts (1990-1991) en la que Boltanski se sirve de cajas de lata que incluyen en fotografías de fallecidos de Suiza publicados en el obituario de este país. El recurso al archivo le sirve para aludir al Holocausto, a la muerte y a la ausencia de seres queridos En palabras de Boltanski: «No hay nada más normal que una persona suiza… Por eso, todos estos muertos son, sencillamente, todavía más aterradores. Son nosotros».
JEAN-MICHEL BASQUIAT: AUTORRETRATO, 1986. Jean-Michel Basquiat, que en 1979 abandonó su actividad de grafffitista callejero ( con el pseudónimo de SAMO) para dedicarse a la pintura, siempre reivindicó sus orígenes africanos. De ello es buena muestra este Autorretrato de su momento de mayor madurez en el que el artista, representándose a si mismo como una máscara, frontal i plana, nos sugiere también la introspección de un individuo atormentado por el dolor.
JUAN MUÑOZ: LA NATURALEZA DE LA ILUSIÓN VISUAL, 1994-1997. Se trata de una de las instalaciones escultóricas con las que desde principios de los años noventa Juan Muñoz quiso desafiar el intrínseco lenguaje escultórico proyectándolo a entornos narrativos plagadas de débitos a la historia del arte y también a la escenografía teatral creando entornos “extrañamente familiares” y silenciosos, derivación directa de la teoría del malestar de Sigmund Freud.
ANNI ALBERS: STUDY FOR UNEXECUTED WALL HANGING. PORTFOLIO: ‘CONNECTIONS’. Perteneciente a LA SERIE Connections (1925-1984), esta serigrafía de pequeño formato responde a las preocupaciones iniciadas por la artista Anni Albers a raíz de su incorporación a la Bauhaus en 1922 y concluidas en su exilio en Nueva York, en contacto directo con la comunidad artística del Black Mountain College .Se trata de un dibujo preparatorio para sus diseños textiles y responde al término acuñado por la propia artista de “tejido pictórico” en clara alusión de las tejidos que ella tejió a mano en el telar. .
Publicado en CULTURAS de LA VANGUARDIA el 08/12/18