Anna Maria Guasch
La exposición + Humans. El futuro de nuestra especie que en lo objetual y visual puede resumirse en una verdadera propuesta intermedial y transhistórica , con objetos artísticos y científicos que recorren un arco cronológico de más de cinco siglos, presenta en lo discursivo un conjunto de preguntas , algunas más retóricas, otras más plausibles, que son las que justifican los cuatro bloques temáticos con los que se divide la exposición y que exploran posibles trayectorias del futuro de la humanidad , siempre bajo el símbolo “+”: en el sentido de que ante el posible dilema entre evolución o extinción de la especie humana, se apuesta claramente por su continuación , su transformación en nuevas especies de superhumanos, cyborgs o quien sabe… clones. La biotecnología, la robótica, la inteligencia artificial se convierten así en compañeros de viaje para una generación venidera en la que lo que se imponen no sólo cambios culturales sino los interrogantes éticos sobre la apropiación de la vida o la alteración de la identidad.
¿Qué superpoder te gustaría tener? ¿Creará la bioingeniería una nueva raza de humanos? ¿Qué se considerará bello dentro de cien años? … éstas son , entre otras, algunas de las preguntas con las que se abre uno de los bloques temáticos de la exposición, el dedicado a las prótesis, y que se ha titulado “Capacidades aumentadas”: y también aquí la buscada intermedialidad se ha resuelto con un equilibrio casi matemático entre obras artísticas y artefactos médico-científicos. La exposición se inicia así con el que se considera mito fundacional sobre el anhelo humano de desafiar sus propias capacidades: el mito de Ícaro representado en un óleo de Jacob Peter Gowy La caída de Ícaro (1636-1637), con el que se ilustra el trágico fracaso suscitado por una prótesis (las alas de cera y plumas que Dédalo construyó para ¡huir de Creta con su hijo Ícario y se acercaron demasiado al sol).
De ahí la inclusión de la tecnología en muchas de las obras de la exposición , como en el caso del artista Neil Harbisson, que se autoproclama cyborg e incorpora una antena implantada en el cráneo y junto con la Cyberg Foundation anima a los humanos a convertirse en cyborgs. Los usos y abusos de las tecnologías y de la biomedicina (¿pueden las tecnologías mejorar la vida o, por el contrario, pueden propiciar mayores desigualdades?) se ponen de nuevo de manifiesto en una colección de esculturas de la artista Agatha Haines, Transfigurations (2013) que representan a cinco bebés, cada uno con una modificación corporal implantada quirúrgicamente. Obras que como muchas otras suscitan reacciones viscerales y sitúan a las prótesis clásicas que también abundan en la muestra, como los brazos ortopédicos del siglo XVI o la prótesis low cost del programa “Low Cost Prosthesis”, en juguetes inocentes. Todo lo contrario de otras piezas como la acción de S.W.A.M.P a través del cual el artista Max Kenyon desmonta el escáner de código de barras de la multinacional AC Nielsen para poner en evidencia las “verdades ocultas” de la tragedia humana que supone la guerra de Irak.
La exposición no quiere eludir ninguna de las posibilidades reales o imaginadas que tienen como elemento central las nuevas tecnologías, como podemos ver en la triple proyección videográfica de la artista Cao Fei Whose Utopia? (2006) ? que ilustra otro de los bloques temáticos de la muestra “Encuentro con otros” y quede la mano de otras piezas como la máquina orgasmática (2015) del físico Julijonas Urbonas explora cómo las tecnologías intervienen en los contactos sociales y alteran nuestra aproximación a los demás: desde amigos o familias a robots de inteligencia artificial. Porque en realidad, nos guste o no, las tecnologías , como ya preconizara Marshall McLuhan en la década de los años sesenta con la frase “Lo más humano que tenemos es la tecnología”, no dejan de ser extensiones del cuerpo humano que aumentan nuestras capacidades siempre mirando a un futuro que más que un lugar hay que entenderlo como un verdadero “viaje”.
Título: +Humanos. El futuro de nuestra especie.
Fechas: Del 7 de octubre de 2015 hasta el 10 de abril de 2016.
Lugar: Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
Comisaria: Cathrine Kramer.
Foto: CCCB, 2015.