Habitar la guerra. Erkan Özgen presenta Giving Voices, su primera exposición en el territorio nacional

Erkan Özgen, Wonderland (2016). Fuente: Universes.

 

HELENA MORENO MATA

Tres vídeos llenan las paredes del breve recorrido expositivo hasta llegar al más importante de ellos, Purple Muslin (2018), un retrato intimista y delicado protagonizado por mujeres yazidistas que consiguieron huir de las amenazas del Estado Islámico refugiándose en el norte de Iraq.

Hablo de Giving Voices, la última exposición organizada por la Fundació Antoni Tàpies y la primera dedicada al artista turco Erkan Özgen en el estado español. Como él mismo explica, la intención es mostrar la realidad y los rostros de la guerra. Unos rostros que se convierten en poliédricos –y por ende multifacéticos– al estar protagonizados por distintos perfiles humanos: mujeres, niños y varones. La forma tan distinta en que cada uno de ellos se enfrenta a la problemática de la guerra provoca que el contraste con el resto se vuelva aún más radical, y que la manera tan diferente de exteriorizar las emociones sea un ejercicio casi terapéutico.

Si en Wonderland (2016) –obra estrenada con motivo de la reciente 15ª Bienal de Estambul– aparece el retrato de un niño sordomudo que explica un ataque del Daex a Kobane, Aesthetic of Weapons (2018) aborda el vínculo emocional y en cierto modo surrealista entre un hombre anónimo y su arma. Ambas obras, colocadas en salas contiguas y abiertas, dialogan y reafirman ese contraste mencionado anteriormente; la pistola apunta hacia el niño y nos evoca a su trauma causado por la guerra.

Volviendo a Purple Muslin (2018), se trata de un vídeo producido por la Han Nefkens Foundation y estrenado en la Manifesta 12 de Palermo. En él, varias mujeres que viven en el campo de refugiados de Ashti, al norte de Iraq, junto a otras refugiadas en Europa y Turquía, articulan un relato coral que Özgen ha articulado desde una perspectiva de género respetuosa pero no victimizante.

La última obra –aunque la primera en el recorrido– es The Memory of Time (2018), fruto de la participación del artista en el programa PM/HIAP Safe Haven Helsinki. En ella Özgen articula una conexión entre Soumenlinna, una fortaleza construida sobre varias islas, y su hogar. Los dos territorios se encuentran bajo la protección de la UNESCO, pero el origen de ambos condiciona y estigmatiza hasta el punto de volverlos prácticamente antagónicos.

Comisariada por Hilde Teerlinck, la muestra irá acompañada de un programa de conferencias que reflexionarán sobre las problemáticas planteadas en la misma.