Acte 39: Antoni Abad
«Mesura x mesura» (1992-2015)
Fundación Suñol (Nivel Zero)
Barcelona. Paseo de Gracia, 98
Comisario: Eugeni Bonet. Hasta el 8 de septiembre
ANNA MARIA GUASCH
Una retrospectiva de “carácter temático”: esto es lo que nos propone Antoni Abad i el comisario de la muestra Eugeni Bonet al agrupar un conjunto de obras de los años noventa hasta la actualidad bajo un único “leiv motiv”: su obsesión por los sistemas de medición convertidos en verdadero epicentro creativo. De ahí el título de la muestra medida x medida 1992´2015 que se presenta además con un simbolismo especial: la primera obra que Abad plasmó a través de la “cinta métrica” su labor, metódica y obsesiva, de documentar el mundo que le rodea tuvo lugar en 1993 en el mismo espacio que con el tiempo se acabaría convirtiendo en la actual Fundación Suñol;: allí Abad rodeó de cintas métricas una obra de Antoni Tàpies (Butaca, 1987), propiedad de la colección Suñol y que dio origen a la instalación hecha de fotografías y dibujos, Tàpies mètric (1993) con la que se precisamente inicia el recorrido cronológico de la presente muestra prosiguiendo con nuevas obras como Doble pila de plats (1994) donde su interés por la medida y por el universo objetual se conjuga con un conjunto de actividades habituales más personales, como ocurre también con la instalación fotográfica Size of Herself de 1993 ( fruto de una coreografía) se presenta registro fotográfico de gran formato en el patio del Nivell Zero de la Fundación Suñol. Aquí Abad empieza a usar unidades subjetivas de medida para contraponerlas con el sistema métrico universalmente adoptado. La voluntad de Abad por medir, acotar personas, objetos, espacios, paredes y suelos lo lleva incluso a la paradoja de acotar algo tan inconmensurable como el concepto de sublime (Size of Sublime, 1993).
En lo que denominaríamos dimensión antropomórfica del “acto de medir”, Abad suele utilizar lo que el denomina “medidas menores” (el palmo, el pie), tal como podemos ver en la obra del mismo nombre Medidas menores (1994) donde se busca medir las acciones realizadas a lo largo de un día por el artista: “La distancia recorrida en despertarme, levantarme, mear, ducharme, lavarme los dientes, vestirme, entrar en la cocina, preparar la cafetera, aproximarme el café a los labios, salir al quisco, pagar a la quiosquera, leer los titulares camino de casa, poner la llave en el pomo, abrir la puerta, caminar hacia la butaca sentarme para leer la letra impresa”.
Y así un largo etcétera de inframinúsculas actividades del cotidiano, que rozan lo deliberadamente anodino y que va repitiendo en obras recientes como Mesures d´emergència (2010) o La música (2015) que muestran como lo importante no son los formatos ( que van desde el video, a la instalación escultórica, a la fotografía y el software) o la concepción claramente minimalista de los mismos sino como utiliza un concepto, en este caso, una unidad de medida como una manera de dejar testimonio de su relación con el mundo.
Publicado en ABC Cultural el 08/06/2018